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martes, 12 de abril de 2011

Olimpia capitulo 2 parte a

Mama Take This Badge From Me,
I Can't Use It Any More,
It's Getting Dark, Too Dark To See,
Feels Like I'm Knocking On Heaven's Door
“Knocking on Heaven’s Door”
Bob Dylan
Capitulo N°II
El purgatorio de los Músicos:
La verdad es que me he dado un buen golpe, pues me duele mucho la cabeza no tendría que haberme drogado tanto. Estoy segura, que cuando me levante Lolita me va  a retar. Lo extraño, que solo escucho el sonido del silencio, pareciera que donde estoy no hay nadie, solo yo y  una extraña sensación de paz. Como, si los problemas se estuvieran yendo, ¡me estaré volviendo loca! Seguro, que si abro los ojos todo volverá la a la normalidad. Están realmente pesados, vamos a intentarlo de nuevo. Listo. ¿Dónde carajo estoy? Me incorporo, con mis dos brazos… me siento muy liviana, como si fuera una pluma. Recorro con la mirada la extraña sala, como una  “sala médica” o de quirófano, pero este era más amplio, con varias camillas, y una en particular tenía muchos instrumentos médicos.  Baje de la camilla y me dirigí a la única puerta que había en el lugar, donde había un cartel gigante que decía “Exist”. Empuje… empuje… pero  nada, no se abría, era como si pesara una tonelada y aunque usara toda mi fuerza, esta no se abría. Me resigne. ¡Seguro, que son los chicos que me están dando mi castigo! ¡mierda ¿Qué está pasando? Me tire sobre el piso y me senté, apoyando mi espalda sobre la puerta, cerré los ojos y respire hondo. Cuando los volví abrir, note que  sobre unas de las camillas, sobre salía una mano humana. Me acerco, haber que pasa y me encuentro que recostada en una de las camillas, había un cuerpo de una mujer de unos cuarenta años, que estaba blanca, y machas negras; le faltaba el brazo izquierdo y tenía muchas cicatrices por todo el cuerpo. Por el susto que me di, salte hacia atrás y grite aterrorizada, cayendo de espalda. Percatándome que todo el lugar estaba atestado de muertos, me levante ayudándome con unas de las camillas, apenas estuviera arriba saldría corriendo del lugar. Ya incorporada, mirando a todos lados buscando una salida a parte de la principal, miro hacia abajo, fijándome en la camilla que había ayudado a levantarme, note que había un cuerpo que conozco a perfección, uno que veo todos los días y que hoy estaba completamente pálido y con los ojos blancos, sin vida. ¡El cual era mi cuerpo! di otro salto hacia atrás, pero esta vez no me caí, trapace varias camillas de hierro. ¡ahora, si me estaba espantando!
-          ¡Por Dios!- dice un hombre mientras que abría la puerta, evitándome… como si no existiera-. ¡qué desperdicio!
-          Sí, que forma tonta de morir- dice otro, mientras entra con una enorme caja-. Hoy en el diario, decía que los fanáticos que estaban adelante, vieron como se golpeaba la cabeza, contra una de las vallas y después se pegaba contra el pelo.
-          ¡muchos, quedaron traumados!- dice otro mientras que se ponía unos guantes blancos.
-          ¡¿para no?¡ ¡ver a tu cantante preferida morir enfrente tuyo, no debe ser nada agradable!.
Vi que los dos hombres que pasaban los cincuenta años, seguían hablando, pero yo no los escuchaba, todavía no me entraba lo que había escuchado. ¡Yo estaba muerta! ¡Me había muerto! ¡Estaba finita, acabada, difunta, cadáver!... ¡muerta! ¡Yo, estaba muerta! ¿Ahora qué voy hacer? ¿No había un cielo? ¿No había un infierno? ¡¿Qué carajos estoy haciendo, todavía en la tierra mirando cómo unos tipos- que no conozco- me están tocando las tetas? Decidí salir del lugar, no podía seguir mirando, la situación me sobrepasaba. Sabía que no podía abrir la puerta, así que la trapacé con los ojos cerrados, pensado que iba a doler, pero no sucedió nada, cuando abrí mis ojos ya estaba de otro lado del lugar. Era un pasillo de color blanco, con un solo banco mirando hacia la puerta, que yo había salido; camine por el lugar, guiándome por los carteles. Parecía irreal, hacia mucho que yo deje de ser invisible, ya que, después que el primer single saliera al mercado nunca más pude ir al mercado o shopping sin ser atacada por miles de fans. Ahora, pasaba por el costado o encima, pero ellos seguían hablando o caminando, eso me provoco cierta tristeza, porque, nunca volvería hacer visible y lo peor de todo ¿voy a dar vueltas toda mi vida?
Estaba fuera de la morgue y del hospital, estaba comenzado amanecer y se notaba que hacía mucho frio, yo no sentía nada, sino que vi la gente que caminaba a mi alrededor estaba muy abrigada. Camine por una hora sin rombo, no sabía bien donde estaba, ya que era la primera vez, que estaba sola en la ciudad de buenos aires, pare varias veces en los puestos de revistas, estas estaban repletas de imágenes mías; era el titular en todas ellas. Mi muerte, era la noticia más importante del día y la imagen era una donde Jack me sostiene con sus manos y parecía estar gritando. Ciertamente, era fuerte, no sentía nada. Si hubiera estado viva, seguramente estaría llorando y gritando por el dolor. Ahora, solamente me sentía como un mero  espectador que cuando acaba la obra, se la olvidaba y haría su vida comúnmente. No, como el actor que se quedaba con todos sus sentimientos a flor de piel. Entonces me acorde del dicho de mi abuela “lo que se van, se van a mejor vida. Los que nos quedamos, quedamos en peor vida, sufriendo y llorando por los que se van”. Mi abuela, tenía un poco de razón, solo se había equivocado en el hecho que esto no es “mejor vida”. 
Camine  por un buen rato, bien no sabía a dónde me dirigía, pero cuando me quise acordar, había llegado al hotel, donde me estaba hospedando. Era increíble la cantidad de gente de prensa que había, no solo eran argentinos, también internacional. Por cada persona que salía hacían escándalo, camine por su lado, pero nunca se percataron de mi presencia, todavía era raro para mi, que esto sucediera; solo algunos sintieron escalofríos cuando le pase por encima, trapazándolos. ¡Ya me estaba acostumbrado a esto! Al llegar   a la entrada, note que estaba lleno de seguridad, protegiendo la entrada de la presa, pase mirándolos, porque eran enormes y todos parecían cortados por la misma tijera: traje negro, anteojos negros, pero al costado y con  gel, ¡¿de dónde lo sacaron?! ¡De hombres de negros!  Cuando ya estuve dentro del lugar, camine hasta donde creí donde todos podrían estar reunidos, que era la habitación de Lolita, ya que en los momentos de crisis, todo íbamos corriendo, espere que alguien subiera a uno de los ascensores, subí con él. Trapazando la  puerta en el piso, que correspondía. El piso estaba vacío, no había nadie caminando o gritando, solamente uno de seguridad vigilando la puerta. Entre de un salto, en la entrada no había nadie, camine mirando para todos lados si veía una cara conocida, fui hasta la sala principal, donde se encontraba la mayoría de la banda, solo faltaba Jack.  El panorama, era bastante deprimente. Lo que me pichaba en lo profundo, no sé qué, si alma o corazón, ya que, ahora estoy muerta. Denise y Lolita, estaba abrazadas, lloraban desoladamente, haciendo un no con la cara; Sugar, está apoyado sobre la pared, mirando hacia abajo con los ojos rojos de tanto llorar, por último, Dylan estaba sentado en el sillón, completamente fuera de sí, de cómo “si esto no estuviera pasado”. Quería gritarle, ¡que estaba bien y que no pasaba nada! ¡Que siempre los protegería! Pero, no podía ellos no podía ni sentirme o verme. Cabizbaja, Salí de la habitación no quería ver más esta escena. Pero, me faltaba saber cómo estaba Jack, porque, me asustaba no saber nada de él.

jueves, 7 de abril de 2011

Olimpia

Olimpia
“…Es por eso que estando contigo me siento en pleno verano
Llegando a puertas del cielo y de tu mano
Es por eso que estando contigo me siento en pleno verano
Llegando a puertas del cielo y de tu mano...de tu mano…”
Donato y Estafan


Capitulo n° I:
Muere joven y deja un cadáver bonito:
Olimpia:
-          Olimpia, ya es hora. ¿Cuánto más vas a tardar en el baño? – grita, la zorra del staff. pero yo estaba ida, la doña Blanca recorría mi sangre y el cosquilleo  valía la pena,  me provocaba un enorme éxtasis y adormecimiento de mis piernas-. Vamos Olimpia !ya sal¡
-          ¡lárgate zorra! –vocifere.
-          ¡sal ahora!, ¡vamos Olimpia!, afueran te esperan más de setenta mil personas –  mi vista está muy borrosa, pero escuche un horrible sonido que se multiplicaba y vi a esa zorra, bueno parecía dos zorras, que entraban a mi camarín y me tomo del  brazo y  me llevo a la rastra hasta la puerta.
-           ¡Olimpia coopera!. Si no sales, tus admiradores romperán el lugar.
-          ¡Esos malditos bastardos!, ¿no le dijiste? ¡no saben que tienen que esperar a una estrella como yo!- dije mientras me tabaleaba por el lugar, realmente estoy muy drogada.
-          ¡Hace más de veinte minutos  que tendrías que haber salido!.
-          ¿Qué pasa? – ¡era la vos del maldito! De  mi ex marido, Dylan, que me dejo por una prostituta de diecinueve años, con las tetas del tamaño de un dirigible.
-          ¡Está completamente drogada! –dice, la zorra, creo que se llama Helena o Elsa, ¡cómo diablos sea!
-          Olimpia ¿Qué has hecho?  este es un show es muy importante – dice el bastardo.
-          ¡cállate, cabron, maldecido!  ¿Tú que sabes que es importante? ¡Tú! ¡qué tiraste tres años a la mierda por una prostituta!
-           ¡Estas, completamente drogada! ¡Debiste hacerlo en otro momento! ¡No, aquí debemos salir a tocar!
-          ¡Déjenme en paz!, yo puedo estar drogada, pero soy la “Reina del Rock”- dije mientras me soltaba de las manos de la directora del Staff.
Caminaba como borracha, con la sensación de hormigueo en todo mi cuerpo. Esta droga, tiene el efecto de tener un enorme orgasmo, no solo en tus genitales, sino, en todo el cuerpo. Solo, quería experimentarlo más tranquila, pero ahora me obligaban  a salir a cantar. Tras los bastidores, estaba repleto de gente que decía un “no”, con sus cuellos. Yo le hacia la señal de “fuck”, con el dedo anular. Entre  escena, como borracha, me caí y llegue resbalando a el centro del escenario. Se escuchaba, el alarido de mi público. Me incorpore, poniendo una rodilla en el suelo, pero, muchas veces me caí, note que muchos  se reían. Mis asistentes, corrieron y me levantaron, aunque, los saque de un sacudón. Y me acerque, al micrófono.
-          Hola retardados…
-          ¡Hola- me dijo la audiencia-Olimpia!
-          ¡Me encanta verlos aquí, enfermos!  Jajja
-          ¡Basta Olimpia! – me dijo Jack, el guitarrista principal-. ¡lo estas arruinando!.
-          Déjame, esta gente viene por mí- después de eso, él se alejo de aquí- .Ok, nenes vamos a rockear.
 Al terminar, con lo dicho se escucharon los primeros solo de la guitarra de Jack, para después escuchar la batería de Blink. Yo caminaba hacia a delante, escuchando la música, para, empezar a cantar; cuando mi pie piso mal, por estar en el borde del escenario, note que iba de cayendo de costado. Después de eso, no sentí nada más.
Cuarenta y ocho horas antes:
Habla Helena:
Estoy muy emocionada,  de la verdad voy a trabajar  con Olimpia, que es ¡la mega estrella del Rock!, la primera mujer, en imponerse en mundo del rock. Mi padre, que  trabaja en la productora que la contrato, me asigno que estuviera con ella y la  banda,  para que, durante su estadía no les faltara nada. De tal felicidad, fui dos horas antes al aeropuerto, fui con los guardaespaldas, encargados, etc...  Al momento, de nuestra llegada vimos que el lugar estaba atestado de fans, que ya estaba siendo contenido por los miembros de seguridad y fotógrafos y cronistas.  De inmediato, llame a mi padre que envió más  personal de seguridad y ayudar a los del aeropuerto. Los altavoces  anunciaron, que el vuelo Vr5789 estaba arriba por el ala noroeste. Era… era el vuelo. 
Todo  mi cuerpo sintió una electricidad, comencé a transpirar y ponerme muy nerviosa, era como mi primera vez. Todo  está a flor de piel, hay mucho miedo, pero, sobre todo: quieres saber si todos los rumores son ciertos.  Fue como en las películas: la puerta se abrió, una fuerte luz salió de ahí, provocando  una imagen borrosa de quienes venían de ella; junte mis manos por la emoción. Todo sucedía en cámara lenta. ¡Dios, gracias por haber dado la vida en este momento y en este siglo!  Todos, estábamos por gritar… ¿qué?  ¡¿Qué carajo?!
-          ¡Deténgalos! ¡se van a matar! – dice una mujer de unos treinta años, pelo corto y colorada.
-          ¿Qué pasa?- dice unos de los de seguridad.
-          ¡se van a matar!- decía a los gritos, mientras que el guardia la agarraba de los brazos para calmarla.
-          ¿Quiénes?- dije. Haciéndome la fuerte y la que me haría cargo de cualquier cosa.
-          ¡Son Olimpia y Dylan!.
 Llame  a tres oficiales más, con la manos  y corrimos junto con la mujer.  Jamás, pensé que un hombre podía ser golpeado de tal forma, por una mujer. La situación, era patética una  mujer, que no se le veía la cara, porque se lo tapaba su larga cabellera de  color azabache con  mechas rojas; que llevaba puesto un chaleco de piel negra; corpiño rojo con encaje negro; pantalón de cuero , decorado con cadenas y calaveras de plata  y por último, unas botas militares, negras y vinilo. Tenía un bate de beisbol de madera, le pegaba sobre la espalda a un hombre vestido similar a la mujer, con la diferencia que no llevaba nada en su torso, que estaba desnudo, solo su cuello llevaba collares y  sus rasgos norteamericanos: rubio, de ojos claros.
-          ¡Basta  Olimpia!- gritaban, otros hombres que la trataban de separar.
-          ¿te crees súper macho Dylan? – decía, la súper estrella femenina, Olimpia.
-          ¿Qué hice merecer esto?- decía el hombre, mientras recibía los golpes.
-          ¡Hagan algo! – les dije a los de seguridad, que estaban entre el asombro y la risa, por la bizarra imagen. Ellos corrieron, a separar a la mujer desquiciada que los amenazaba con el bate. Me pregunto de dónde lo habrá sacado, ya que, es un arma bastante re buscada. De pronto, siento luces tras de mi espalda. Eran los paparazzi, que  sacaban fotos de la singular situación, porque, Olimpia, ahora no solo le pegaba a  su ex, sino también a los de seguridad ¡mi viejo me mata!- ¿Qué hacen aquí? No saben que solo pueden estar el personal calificado. ¡seguridad!
La situación fue todo un parto, todos corrían tras de Olimpia, mientras que yo tapaba a los cronistas. Parecía una versión moderna de Benny Hill, pero, con la diferencia que está mujer iba a matar alguien. Los que terminaron, fue la seguridad del aeropuerto que llegaron con todo un  batallón. Nunca pensé, que una sola mujer podía hacer tanto quilombo, en unos pocos segundos.
-          ¡Señorita Olimpia! – le dije, cuando salió detención en el aeropuerto.
-          ¿qué?- me dijo, con una mirada de furia.
-          Soy Helena, la encargada de usted mientras se encuentra en nuestro país.
-          ¿Dónde puedo conseguir heroína?- ¡estoy escuchando, lo que escuche!
-          ¿Perdone?
-          Necesito heroína, estuve que aguantarme durante el viaje. Porque sería un problema grave si bajo con algo así, del avión. Tú, zorra eres la encargada de conseguírmela.
-          ¡Señora!
-          Mientras, que yo voy al hotel, tú la consigues.
-          Pero…
-          Conmigo, no hay pero que valga. Si no lo traes, estas muerta – me dijo con extrema frialdad. Se levanto y se marcho con un aire de reina. ¡estaba, empezando a odiar!.
Después de veinte llamadas de mi padre, unas cinco veces siendo detenida por prostitutas y travestis, unas corridas de ladrones a policía. Llegue a l lugar indicado, para comprar la droga. Bien no sabía, donde estaba, solo seguí la instrucciones de unos mis amigos rockero (y drogadicto). Era una casa vieja, de afuera parecía que estaba abandonada, se había ido totalmente el color, solo quedaba el revestimiento de la pared, que tenía un color gris oscuro, tenía dos ventana que poseía rejas y en su fondo cubiertas de madera, que no dejaban ver al interior. Toque, el timbre, estaba muerta de miedo. Salió un mujer enorme, con pintas muy vulgares y asquerosas, me hizo un pequeño cuestionario que yo respondí y le dije que venía  por mi amigo. Me llevaron, hacia adentro. Camine por un angosto pasillo, que estaba lleno de mugre, basura, jeringas, etc. Un hombre, con pintas mucho peor me esperaba en una cocina: con  cocaína sobre la mesa, junto a un revolver (¡dios, que hago acá!), comida descompuesta, las jeringas se repetían por todos lados, la silla se veían peligrosas, además el olor nauseabundo, me estaba provocando mareos. Me dio unos veinte gramos de heroína, pague unos setenta dólares  y me fui casi corriendo. Maneje a todo lo que se podía, para salir de ese lugar. Nunca más en mi vida volvería.
26 HORAS ANTES:
Olimpia:
-          ¿Qué carajo te sucede? – dice mi mánager Lolita.
-          ¡Déjame, en paz!-  le dijo, mientras que el masajista del hotel, me daba unos buenos masajes.
-          ¿Cómo piensas pegarle a Dylan en el aeropuerto?  He, encima delate de toda la prensa argentina.
-          ¡El me provoco!
-          Olimpia, ya no eres una adolecente, tienes veinte siete años.
-           Escucha- dije mientras que me levantaba y mostraba mi cuerpo desnudo-. Él lo provoco, no pudo haber traído esa zorra, yo se lo había advertido.
-          Oli, tú sabes que es tú último show con él.
-          Eso, lo sé y no me lo tienes que repetir. Lo que yo, haga o deje hacer no modifica en nada la fama de Blink. Así, no me molestes más perra.
-          Entonces no cause más problemas.
Odio, que me traten como una niña, mi momento de relajación lo arruino, así que me fui hasta mi habitación con una toalla. Sentado en mi cama estaba Jack, mi amigo de la infancia y primera guitarra; estaba leyendo una revista de lugar, mientras que yo, sacaba una cerveza de una mini heladera.
-          ¡esta vez!, te fuiste por las ramas Olimpia, estas en todas las planas de las revistas.
-          No, seas exagerado Jack.
-          Mira, si no. No saliste, en las crónicas policiales por poco.
-          No es gracioso.
-          ¡Te dije, que él no te valía! ¡Que te haría sufrir!.
-          Bueno, eso ya paso. Me gusto, por eso  me case. Que motivo más fuerte, puede haber.
-          ¡El amor!
-          ¡Sabes, que yo no creo en eso. Nunca lo recibí. Pensé, que él era el indicado!
-          ¡Eres, muy impulsiva Olimpia!
-          ¡Mira, quien habla!
-          ¡Hay, nunca vas a reconocer tus errores!
-          ¡Yo no tengo errores! – exclame, mientras que me sacaba la toalla y deja ver mi hermoso cuerpo.
-          ¡estas completamente fuera de sí!
-          Vamos, Jack no puedes decir que tengo feo cuerpo –exprese, mientras me recostaba desnuda en su pecho. Él era amigo mío, desde que éramos adolecentes, durante una época fuimos novios, hasta que fuimos famosos y nos separamos, a pesar que sabia que ahora, solamente éramos amigos, tenía algo de malicia, el sentía algo por mí y me gustaba que los hombres se arrastraran a mi-. Vamos, no te enojes. Sabes que te quiero.
-          ¡basta! – gruñó, mientras me tiraba sobre la cama. Yo me puse en posición sexy.
-          ¿Qué? No soy linda – dije, mientras usaba una voz sexy de niña.
-          Sabes que eres hermosa, no me lo tienes que mostrar.
-          Pero, tú nunca me lo dices Jack. Siempre eres frio conmigo – mientras que me sentaba en mis piernas y le besaba en el pecho. Me acerque hasta sus labios.
-          ¡No soy frio contigo!
-          ¡Si lo eres!
De pronto entro alguien en la habitación.
-          Lo siento señorita, acá le  traigo…- dice una pequeña niña-. ¡Kyaaa!.
-          ¡¿Qué?!- exclame.  al ver que la chica gritaba y no se callaba, se tapaba la cara una de la manos y la otra hacia que no.
-          ¡Estas desnuda Olimpia!- dice Jack-. Puede malinterpretar.
-          Lo, siento. Lo siento.
-          ¡cálmate! – dice Jack. Mientras que le tocaba la cabeza y se marchaba. Cuando se fue.
-          ¿trajiste lo que te pide? –
-          Si, dejalo ahí vete.
Cuando vi que la zorra se fuera, agarre el paquete saque unos gramos de heroína, los cocine y me los inyecte. Estaba en la gloria…pensé, ahora si puedo morir en paz.

                                                

      DIEZ HORAS ANTES:
Habla Helena
-          Señorita, Olimpia despierte – le grite, junto a lolita para despertar a Olimpia, que hoy tenía que dar varias conferencia de prensa, con la Banda y luego tocar en el Estadio, enfrente de miles personas. Pero, ahora esta mujer parece más un oso invernando, que una mujer durmiendo, hasta…hasta ronca y babea, nunca pensé que una estrella fuera así. Lolita, que la conocía bien, le pegaba cachetadas, pero no estaba  funcionando: se rindió, descanso por unos momentos, se levanto de la cama y fue directamente hasta la mini heladera, busco agua (pensé que era para ella), pero apenas la destapo, se acerco a la cama, me guiño el ojo y como último acto, se lo echo en la cara a nuestra bella durmiente.
-          ¡kyaaa!- grito desesperada Olimpia, mientras se sacudía- ¿Qué es esto?
-          ¡Agua!- le respondió Lolita, mientras que la levantaba de un brazo. ¡realmente era fuerte!- ¡cambiante, lávate un poco la cara y nada de drogas hasta después del show!
Mientras que Olimpia, salía de cama completamente desnuda, sin problema de ello, Lolita la miraba con cierta desesperación. Como la de un padre  a un hijo, cuando sabe que este le robo dinero o hizo alguna macana y lo niega, esa misma desesperación tierna y al mismo rectora, tenia Lolita hacia su estrella.  Olimpia, salió después de unos diez minutos de estar  en el baño, cuando salió su pelo estaba revuelto, pero al estilo “rebel rock”, se había puesto unos anteojo Ray Ban negros, con el marco dorado; su boca que era carnosa y perfecta estaba pintaba con un labial color sangre; se puso una remera corta rayada, de negro y amarillo; pantalones de  cuero negro, unas cuantas cadenas; y por último, unas zapatilla All Stars, color amarillas patito. Realmente, lo que se pusiera esa mujer la hacía ver bella, a pesar de ponerse lo primero que encontró, le quedaba como anillo al dedo. Muchas personas imitan su estilo, pero nadie puede comparar con ella. Mientras que caminábamos, por el pasillo del hotel, Olimpia bosteza y preguntaban por los demás compañeros de banda, que Lolita le respondió que ella estaba en la sala de conferencia del lugar, realizado diferentes entrevistas. Lo cual Olimpia respondió “Que aburrido”.  
Llegamos  a la sala de conferencias del Hotel, que estaba atestada de periodistas haciendo preguntas a los recién llegados músicos de la banda Blink. Banda que escuchaba desde mi adolescencia, y que formo parte, gran parte de mi vida. La banda, por si no lo saben está compuesta por cinco personas, la original eran cuatro, hasta que se agrego Dylan que es el ex esposo de Olimpia, que toca la segunda guitarra, después esta Jack, que tiene unos treinta años, fundador y primera guitarra de Blink, después le sigue Sugar, que es descendencia afroamericana y toca el bajo (veinte ocho años); cuarto puesto es para, Denise de veinte siente años, que es la baterista de la banda y segunda vos; y por último, la vos principal, co-fundadora  y líder de la banda Olimpia.

Nueve horas con quince minutos antes:
Habla Olimpia:
Odio, estos “tramites de la fama”, siempre las mismas preguntas y repuestas. La complicidad de los chicos a la hora de responder, mis caras de sorprendida cuando una pregunta algo que lo hicieron miles de veces, mi odio sobre todo en aquellas que hace referencia al idiota, es decir, mi ex marido y segundo guitarrista (sobre  todos los golpes que recibió en el aeropuerto).  Lo evadí, diciendo que era una broma, mientras que le sostenía la mano al idiota, que me sonría “diciendo  después me mutilas”, con otra yo le respondía “obvio”. Después de unas tres horas de responder preguntas, presentación de personas que no conozco y tengo que saludar como si fuera vida o muerte, salgo corriendo hacia el baño de caballeros de hotel. Si iba, al baño de damas Lolita me encontraría fácilmente y no tenía ganas de verla, quería disfrutar de mis ratos libres, sin que un mosquito me diera vuelta por el lugar. Baje la tapa del inodoro, me senté y saque un cigarro, estire mis piernas y fume, di bocanadas profundas al aire, mire hacia arriba, donde me percate que había una alarma de humo, mire mi cigarrillo; lo tire al suelo pero ya era demasiado tarde la alarma se prendió. Esto me provoco pánico, lo cual quería salir corriendo del lugar, pero a mi mala suerte se le sumo, que se me trabara la puerta, empuje y trataba destrabarla pero era imposible. Entonces decidí, subirme sobre la tapa del inodoro y salir por la puerta, ya para el momento estaba completamente mojada y sentía que los encargados del hotel, ya estaban  en el baño ¡mierda, ya estaba la cagada hecha! Quede al descubierto, tratando de salir del baño de hombres. Pero, no le di importancia, aunque por dentro me estaba muriendo de vergüenza, pero no demostraba, ya que el manual del “buen rockero” dice:
“en los momentos de vergüenza, sal con aire altanero y mirando como diciendo “que miran idiotas”
Salí casi airosa de la situación, lo que  daba un aire de idiotez, era que estaba completamente mojada y cagada de frio. La gente en pasillo, me miraba y murmuraban  por lo debajo, lo que me provoco una sensación de deja vu. De cuando tenía entre quince y diecisiete años, que todavía la banda no había comenzado a tener la fama y reconocimiento que tiene. En esos tiempos, Jack y yo, éramos amigos y siempre estaban tocando en donde podíamos, vistiéndonos como nuestros referentes Guns and Roses, Aerosmith, entre otros. Lo que provocaran que muchas personas nos hablara mal  hasta a llegar a pegarnos. La verdad es que la pasamos feo, pero ahora estamos aquí, en  la punta de la fama y lo único que tengo claro que jamás la voy a dejar o voy a ceder mi lugar, solo sobre mi cadáver.
-          ¿Qué te ha sucedido?- me comente Sugar, cuando llegue de vuelta a la ante sala, antes de otra entrevista.
-          Solo me eche un chapuzón…- dije levantando mis brazos en señal de que me paso algo estúpido.
-          ¿Qué vamos hacer ahora? – me grita Lolita  desesperada, se notaba que estaba pasada de nervios-. ¡¿no, me digas que tú fuiste que fue la que prendió fuego algo?!
Me mira, con esos ojos negros que  te penetran en lo profundo del alma y inspecciona, cuanto podes mentir. Yo que no podía sostener la mirada, me rendí y levante mis hombros en señal de ¿qué? Ella ya lo sabía, lo que provoco que viniera ahórcame, pero se arrepintió y fue hasta una de las paredes y comenzó a golpearlo con los brazos y piernas, todos los presentes, que era los chicos de la banda, seguridad y los productores la miraban, en señal de “llamamos a la ambulancias”. Se detuvo de repente y me miro fijamente, por fin hablo.
-          ¿Qué hiciste ahora Olimpia?
-          Nada…- trate de explicar, pero las palabras no me salían, era muy ridículo lo que iba a contar, y no quería estaba gente que yo no conocía.
-          ¡Olimpia, te lo dijo en serio una sola foto que salga de alguna macana que te hallas hecho en el hospital te ahorco, te lo juro! ¡Te ahorco!- sabia que iban a salir muchas de ellas, ya que las fotos que yo estoy haciendo alguna ridículos, drogando o con algún “sex toys” (es decir chico del momento).
-          Olimpia,  ¿Qué vas hacer?- me pregunto Jack.
-          ¿hacer de qué?
-          ¿la ropa esta toda mojada? ¡te puedes enfermar!
-          ¡Oh, como se preocupa!- gritan todos, yo nos le di importancia, sabía que Jack, solo lo decía por mi vos. Así, que subí a  mi habitación una a cambiarme y por otro lado, para poder disfrutar de un poco de  heroína, ya que  hacia muchas horas que no tenía un poco en mi sangre.

Cinco horas antes
Habla Helena
Después de seguir a la manager de la banda por todo el hotel, entendí lo atareada lo que es la vida de una estrella, ya que, los movía de lugar, les sacaban fotos o les presentaban personas odiosas, pero su sonrisa nunca se iba. Solo, Olimpia se daba en gusto de evitar conocer gente o de no sonreír, ella era la  líder de la banda y la súper mega rockera, obviamente no tendría el mismo trato con las personas, se notaba que esta insatisfecha y que no les gustaban estos actos, pero lo que más resaltaba era su belleza,  elegancia y estilo, su cara pequeña y blanca como la seda, los ojos color miel, con un toque de verde daban la sensación la mirada felina, su forma de caminar que era particular, ya que caminaba como si el mundo estuviera de mas, creo que pensé ¿esta mujer es de otro mundo? Ella  lo sabía y lo disfrutaba, jugaba con ello, note que varios hombres estaban enloquecidos, pero su mirada solo era para una persona, Jack. Aunque, él no le prestaba atención estaba haciendo sociales, con su prometida de hace tres años, Lourdes, así que le prestaba muy poco atención lo que hacía Olimpia, que estaba como una leona encerrada que no sabía hacia dónde ir. En un momento, mira hacia una puerta que da a la cocina y comienza a caminar despacio y que sin nadie la note, decidí seguirla para ver que no le pasara nada. Fue hasta su habitación y se encerró.
Después de tanto meditar, decidí tocar la puerta. Nadie me respondió, volví hacerlo, lo repite unas varias veces, de adentro nada se escuchaba. Me asuste y empecé a golpear más fuerte, hasta que la puerta se abrí de golpe y una cara, que era de un ángel convertido en un demonio.
-          ¿Qué carajo quieres?- dice ella, casi gritando.
-          No…no solo es que no …
-          No molestes, si sabes que estoy acá dentro. No me llames hasta la hora de ir al show.
¡Realmente es una mujer totalmente feroz!
Treinta minutos antes
Habla Olimpia
La verdad estoy completamente drogada y enojada, hace unos minutos tuve una fuerte discusión con Jack. Odio, cuando defiende a su novia, esa zorra y puta, que se acostó con mi ex marido, claro que él no lo sabe. ¡Nadie lo sabe! Lo oculte, por que se que a él lo dañaría. Eso me lastimaría. A veces lo quisiera ver enterrado por dejar mi corazón roto, destrozado, aunque yo terminara en peor. Esa razón me hace hacer cosas, para llamarle la atención. ¡Carajo, estoy llorando! ¡Necesito, un poco de heroína! Busque mi bolso, para prepararme un poco, no la encuentro. Encima, no veo donde esta…
Diez minutos antes
Habla Helena
Olimpia desde que llegamos y sobre todo después de la pelea con Jack, se encerró en su camarín y no salió. ¡Nunca me imagine que se podrían llegar a pelear tan fuerte, además por la boludes de cómo tendría que salir! Ellos están acostumbrados a pelearse, porque los demás compañeros, continuaron realizando sus tareas, mientras que Lolita continuaba la organización, solo ellos estaban involucrados y haciendo que los demás estén de más. Yo intente separarlos, sin algún progreso; solo lo dejaron cuando Jack se alejo, haciendo gestos de que trataba con locos.
-          ¡lárgate zorra!- me grito desde adentro del camarín cuando la llamaba. Parecía, otra voz, era como si estuviera borracha o entre despierta. Después de varias veces de llamarla, me había cansado, soporte muchas maldiciones
-          ¡sal ahora!, ¡vamos Olimpia!, afueran te esperan más de setenta mil personas! – a no escuchar repuesta, derribe la puerta y la saque casi de los pelos, arrastrándola. Todos nos miraban, pero no decían nada. Solo se acerco su ex marido, que se quejo de su Estado.
-          ¿Qué pasa?- dijo Dylan, el ex marido.
-          ¡Está completamente drogada! –le comento, mientras  trato de mantenerla en pie con todas mis fuerzas.
-          Olimpia ¿Qué has hecho?  este es un show es muy importante – dice él.
-          ¡cállate, cabron, maldecido!  ¿Tú que sabes que es importante? ¡Tú! ¡qué tiraste tres años a la mierda por una prostituta!- le grito, sin ningún pudor. Yo me puse de todos los colores, no sabía a dónde correr.
-           ¡Estas, completamente drogada! ¡Debiste hacerlo en otro momento! ¡No, aquí debemos salir a tocar!- se quejaba, con una postura  de adolecente.
-          ¡Déjenme en paz!, yo puedo estar drogada, pero soy la “Reina del Rock”-  dijo Olimpia, mientras que logro escapar de mí.
Vi como tambaleaba por el escenario, debo confesar que me da cierto miedo que le pasa algo, está muy drogada y bien no sabe que hace. Le está grita “enfermos” a sus admiradores y ellos le festejan, esto es una locura.
-          Hola retardados…- dice apenas que tomo el micrófono, yo pensaba que iban hacer una entrada espectacular, pero solo lo hizo caminando. Creo que no me equivoque, ya que, Lolita se está agarrando de los pelos, mientras que le hace señas al  iluminador y sonidista.
-          ¡Hola- le grito la audiencia-Olimpia!
-          ¡Me encanta verlos aquí, enfermos!
-          ¡está completamente perdida!- grita Lolita a los chicos, provocando que Jack fuera el primero en agarrar la guitarra y dirigirse hasta ella, para detenerla y no tener más problemas.
-          ¡Basta Olimpia! – le dijo, fuera del micrófono -. ¡lo estas arruinando!.
-          Déjame, esta gente viene por mí- después de eso, él se alejo, mirando a Lolita diciéndole  que no se podía hacer nada ella estaba completamente perdida - .Ok, nenes vamos a rockear.
La hora de la muerte
Habla helena
Cuando comenzó la música, Olimpia se tambaleaba por el escenario estaba muy en la punta del escenario, tenía la necesidad de acércame para detener que siga caminando, creo que nadie se estaba dando cuenta, ya que, estaban ocupados en su tarea. De pronto no se escucho ningún sonido. Di vuelta mi cara, porque estaba de espalda al escenario. Olimpia, ya no estaba arriba. Jack, se saco la guitarra de un sacudón y corrió hasta una de las puntas del escenario, salto. Las personas comenzaron a gritar y Jack, levanto  a Olimpia que tenia, un profundo golpe en la cabeza y estaba sangrando.
-          ¡un médico, rápido!- gritaba Jack. Yo me quede helada, cuando note que los ojos estaban abiertos y no mostraban ninguna señal de vida.
Los médicos  llegaron rápidamente, la trasladaron al hospital más cercano. Todos fueron al hospital, preocupados por la situación de Olimpia, pero teníamos la esperanza que solo sea un susto y ella estaba bien. Después de varios minutos de espera, y casi sin uñas, el médico salió de una de las salas. Todos nos cercamos al médico, que estaba completamente serio, se bajo el barbijo.
-          Lo siento, hicimos todo lo que pudimos, pero, cuando ya había ingresado al hospital…
-          ¿Qué quiere decir eso?- dijo Lolita, sabiendo de lo que iba responder.
-          ¡Ella falleció, señorita!- todos nos quedamos helados. Solo se escucho el grito de Denise, que nos volvió a la realidad. La gran estrella del rock, Olimpia. Estaba Muerta.